sábado, 26 de febrero de 2011

COMO USAR EL ABRELATAS


 
De bienales, ferias, galerías, centros culturales, museos, y demás maniobras de aquí y ahora

Empiezas acreditando un pase artesanal de alguna supuesta revista virtual, ingresas a un recinto sibilino aparentemente inescrutable, por el caso chapado en acero y cristales. Te rodean camadas de camaradas con cámaras, algunos neohip-rastapunks tirados en los rincones relamiendo el bocata de bacón con su coca cola cero o la decadencia del alterna.

Muchos metros de espacio bien cubierto y bastante seguro. Tu facha contrasta con la de las de l@s modelos relamiéndose por un autentico creador, miras con aplomo una vasija de tres metros de Keith Haring, luego un Warhola o un hilera interminable de Picazos, Oteizas, Lithchesteines… Podría ser que se ponen a la reventa al mas puro estilo feria libre. Si quieres te lo llevas ese instante con la camarota del móvil, escultura y video instalación incluidas.

Con tanto avieso, el paseo por los pasillos se vuelve interminable, obviamente contemplas lo mas impactante sin reparar en si es un lanzado de la tierra o una Harley de cartón que parece porcelana pero ha sido lana.

Tu rubia acompañante experta en videoarte comenta que muchas de las obras son de ediciones pasadas, seguramente no se vendieron ni con las ultimas rebajas. Pronto te puedes encontrar con un clásico ibérico un pata negra de Alicia Martin que construye cascadas de libros algo como lo de nuestro Pablo Almeida pero más grande.

Rostros curtidos por la bebida, los auténticos y anónimos vagabundos del dharma fotografiados por Gonnorp. En una esquina al fin una performance que te hace pensar que no eres el mas vacán y el único de tu país en el género. Te pones a la fila, Ana a la que no reconocemos te da a degustar una papaya madura para luego hacerte la mascarilla con las semillas.

Las curadoras traen a sus patos o patios y lo que tiene salida claro, contando con dos que tres grandes piezas y alguien de la cream del main stream para hacer cartel, convocan a la tribu en contextos ruidosos y abigarrados, mastodontes y roedores de la idea en la frontera del mundo mundial, un centenar de incautas liebres libres que quieren matar una tarde en el MACC, en el MACBA, en el MACA o en el MACE.

Alguna propietaria de Centro Cultural pasa las duras ante tanto besito−besito y por la presencia anarcopunk que con líneas y todo se precipita sobre el Bar sinson de Eugenio Merino o se tropieza con un mojoncito de Long para luego estrellarse con los híper huevos del maestro Maldonado. Pero expo es expo y los seguros se hicieron para la entropía.

Tu brillante sonrisa arremete contra la aguda parcimonia de la curadura (cual de entre tantas). Ella estará pensando que hay que quitar al populacho con el cover. Las zonas de descanso repletas de arreculados postadolecentes vanguardistas con vinacho y camineras, mientras las mariquitas con su bi o su tri o su trans terminaran la noche dando el culo en algún bar cutre.

Un champiñón gigante en poliéster, una pintada ultra que cinética recontra que diseñada, en la ficha dice Silvie Fleury (la salvaje). Luego otra gran foto Nils Udo. Un relieve calentito de lava solidificada, en las grietas flores anaranjadas que quisieras para fondo de pantalla, te quieren hacer soñar con un planeta ardiente…

Taxidermia entre cordero y flamenco, acaso no era lobo y cordero, te sientes intimidado pero solo son puras estrategias. Muchos y mas simulacros en cibacromos, gelatina de plata para el que tenga plata, aluminio laminado en rodillo de titanio impreso en papel de arroz camboyano. grandes ninfas para grandes crisálidas sedientas de nano oro. La plástica igual pija igual aniñeta en braguitas apropiadas ocultándose entre setos.

Barceló que no ha sido tan monstruo, ni tan bestia, ni tan denso como nuestros expresionistas, pese al peso literal de sus telones y teloneros, estará tomándose una coladita sobre la hamaca rodeado de gente black en Mali.

Consolas de control, monitores LCD de la escenografía de perdidos en el espacio, contadores, altavoces, viajeros galácticos dándose de panzazos, vestuario de papelillo tallado con el láser lleno eres de gracia. Después las bananas que regala la cruz roja recordándote a los niños trabajadores de tu verde país. Contemplas el hermoso ramo de rosas hechas con billetes imperiales, solo puedes decir I want to love João Pedro.

Parejas plurisexuales desayunando rugidos de última tecnología, patéticas balsas de Kcho ahora exhibiendose en galerías de todos los mundos. Se ve de todo, batallas mentales entre caballeros apocalípticos e integrados, el papel soporta todo, es cuestión de ubicuidad, se busca al amo de la semiótica, al gurú del debate, la metáfora filosofal, la autentica alegoría del fin de Gaya, la mimesis con la materia gris del avatar mediático. el ultimo paisaje con retazos de pieles de budas, el diario secreto de Derrida, un mapa apócrifo de Sudacatecas… huesos y mas huesos humanos juntados con alambre de cobre, con pegamento rápido, un gusano de seda tejiendo su destino en la plástica sobre un monitor de tv.

Es momento de que pares esta lectura y te mandes cambiar, también te puedes da un baño de inmersión o hacer un enema de cáñamo y recordar por siempre que todo es ilusión, que vas de eterno, que aunque no quieras eres el otro y el otro y que las cosas más importantes no son cosas.



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